
Título: Virgen con el Niño entronizada “Señora de los Ángeles”
Artista: Desconocido (círculo de Andreas Ritzos)
Tipo: Icono portátil
Fecha: ca. 1500
Dimensiones: 120×77×3 cm.
Materiales: Temple al huevo sobre madera con fondo dorado
Ubicación: Iglesia de San Antonio, Corfú

La imagen de la Virgen con el Niño entronizada con el nombre “Señora de los Ángeles” es un excelente ejemplo del arte postbizantino a finales del siglo XV. Se trata de una majestuosa representación de la Virgen sentada en un trono de madera ricamente decorado, sosteniendo en su regazo al pequeño Cristo. La composición se enriquece con la presencia de arcángeles y profetas, creando un conjunto con un fuerte contenido simbólico y teológico.
La obra se inscribe en la tradición de la Escuela Cretense, que floreció del siglo XV al XVII y se caracteriza por su técnica refinada, su apego a la tradición y su excelente calidad de ejecución. Esta imagen sigue un tipo iconográfico establecido por Andreas Ritzos, uno de los pintores más importantes de la época, pero se enriquece con elementos adicionales que le confieren un carácter especial y un simbolismo teológico más profundo.
El nombre “Señora de los Ángeles” subraya el destacado papel de la Virgen en la jerarquía celestial, mientras que la presencia de los profetas con sus símbolos emblemáticos remite al tema “Desde arriba los Profetas”, conectando el Antiguo con el Nuevo Testamento y destacando el papel de la Virgen en el plan de la economía divina.
1. Análisis iconográfico de la Virgen con el Niño entronizada
La imagen de la Virgen con el Niño entronizada presenta uno de los tipos iconográficos más importantes del arte bizantino y postbizantino, con características particulares que la convierten en un caso especial de estudio de la Escuela Cretense.
1.1 La composición central y la postura de las figuras
En el centro de la composición domina la figura de la Virgen, sentada en un elaborado trono de madera. Su mano derecha descansa protectora sobre el hombro de Cristo, mientras que su mano izquierda toca suavemente su pie. Esta postura, llena de ternura y protección, emana una sensación de amor maternal que trasciende el nivel humano, transportando al espectador al ámbito sagrado.
El pequeño Cristo está sentado en el regazo de su madre en una postura oficial, bendiciendo con su mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene un rollo cerrado, símbolo de la sabiduría divina y la ley. El contraste entre su forma infantil y su postura oficial y sacerdotal crea una dinámica interesante que subraya su doble naturaleza como dios y hombre.
1.2 El simbolismo del trono y los detalles
El trono de madera, de color dorado con reflejos dorados densos, no es simplemente un mueble, sino un símbolo de la dignidad real de la Virgen. El respaldo con la doble curvatura que termina en pequeños remates, las patas del trono con cabezas de león, y las decoraciones vegetales estilizadas crean una sensación de grandeza e imponencia.
El cojín rojo donde se sienta la Virgen, con los nudos en las esquinas y las dos bandas de letras pseudoárabes doradas, es de especial interés, un elemento que atestigua la influencia de los motivos decorativos orientales en la Escuela Cretense.
1.3 La paleta de colores y el uso del fondo dorado
La paleta de colores de la imagen se caracteriza por contrastes intensos que sirven tanto a propósitos estéticos como simbólicos. La túnica verde oscuro de la Virgen (que probablemente originalmente tenía un tono azul) contrasta con su manto marrón oscuro, mientras que sus zapatos rojos actúan como un contrapeso cromático. Esta elección de colores no es casual, sino que sigue una larga tradición de simbolismo. (Busque más información con la palabra: simbolismo de colores bizantino iconografía)
El campo dorado que rodea las figuras es un elemento característico de la iconografía bizantina y simboliza la luz increada, la presencia divina. No es simplemente un elemento decorativo, sino una forma de representar lo trascendental, creando un espacio fuera del tiempo y las dimensiones terrenales.
1.4 La representación de las expresiones y la interacción
Los rostros de la Virgen y Cristo se representan con una delicadeza y habilidad excepcionales. Su modelado con líneas blancas, alternando entre intensas y suaves, crea una sensación de iluminación interna que otorga espiritualidad a las figuras. El sombreado marrón verdoso que indica las sombras no es intensamente oscuro, permitiendo una transición suave de la luz a la sombra.
La posición oblicua de los pies de la Virgen y Jesús se equilibra con su mirada, que tiene una dirección opuesta, creando una interacción dinámica que enriquece la composición y aporta movimiento a una representación por lo demás estática.
1.5 Elementos epigráficos e identidad de la imagen
A la izquierda y derecha de la cabeza de la Madre de Dios están escritas en rojo sobre el campo dorado las inscripciones “M(άτ)ΗΡ Θ(εο)Υ” y “Η ΚΥΡΙΑ ΤΩΝ ΑΓΓΕΛΩΝ”. El nombre “Señora de los Ángeles” subraya su posición destacada en la jerarquía celestial, como reina de las fuerzas angélicas, mientras que la presencia de los arcángeles Miguel y Gabriel en la parte superior de la imagen, en busto y en actitud de respeto y adoración, refuerza este simbolismo.
Los profetas David, Salomón, Isaías y Daniel rodean a la Virgen con el Niño entronizada, sosteniendo elementos simbólicos que prefiguran a la Virgen.
2. Los profetas y el tema “Desde arriba los Profetas”
En las cuatro esquinas del trono se presentan profetas de medio cuerpo que emergen de las nubes, orientados hacia la Virgen y sosteniendo rollos desplegados. Su presencia inserta la imagen en el ciclo iconográfico más amplio conocido como “Desde arriba los Profetas”.
2.1 Origen y evolución del tema iconográfico
El tema “Desde arriba los Profetas” aparece por primera vez en una imagen de finales del siglo XI o principios del XII en el Sinaí. Durante el período paleólogo y postbizantino, se encuentra a menudo en imágenes, frescos y bordados, siendo uno de los temas más queridos de la iconografía ortodoxa.
En la imagen de Corfú, la presencia de los profetas es extremadamente discreta, ya que se representan a pequeña escala y sin un marco particular, lo que otorga a la obra una composición equilibrada donde el peso permanece en la figura central de la Virgen.
2.2 La presencia simbólica de David y Salomón
En la parte superior izquierda se representa al profeta David, sosteniendo una maqueta de un edificio alargado con techo a dos aguas y cúpula, símbolo del Templo de Jerusalén. En su rollo leemos un pasaje del salterio: “LEVÁNTATE SEÑOR PARA TU DESCANSO | TÚ Y EL ARCA | DE TU SANTUARIO | LOS | SACERDOTES”.
En la parte superior derecha se presenta a Salomón, sosteniendo una maqueta de un edificio circular abovedado y un rollo con la inscripción: “LA SABIDURÍA SE CONSTRUYÓ | UNA CASA | Y ERIGIÓ | SIETE COLUMNAS”. La presencia de los dos profetas reales, padre e hijo, simboliza el linaje real de Cristo y la conexión de la Virgen con la genealogía real.
2.3 Simbolismos de los profetas Isaías y Daniel
En la parte inferior izquierda se representa al profeta Isaías, cuyo rollo contiene un pasaje de sus profecías, refiriéndose a la visión del serafín que sostiene con las pinzas el carbón. El serafín se representa inmediatamente a la derecha del profeta, creando una conexión iconográfica directa con el texto del rollo.
En la esquina inferior derecha se presenta al profeta Daniel, sosteniendo un rollo que se refiere a la visión de la piedra que se convirtió en una gran montaña y cubrió la tierra. A su lado se representa una pequeña maqueta de una montaña cónica escarpada, una representación visual de su profecía. (Busque más información con la palabra: profecía de Daniel piedra angular)
2.4 Interpretación teológica de los símbolos proféticos
Los símbolos que acompañan a los profetas (templo, edificio abovedado, serafín con pinzas, montaña cónica) son prefiguraciones de la Virgen en el Antiguo Testamento. La Virgen se compara con el Arca del Santuario (David), con la Casa de la Sabiduría (Salomón), con las pinzas que sostienen el carbón-Cristo (Isaías) y con la montaña de la que se desprendió la piedra-Cristo (Daniel).
Esta lectura simbólica de múltiples niveles crea un complejo marco teológico que conecta el Antiguo con el Nuevo Testamento, presentando a la Virgen como la figura central en el plan de la economía divina.
2.5 La rareza de la combinación de elementos iconográficos
Es notable que la combinación del tipo de la Virgen con el Niño que estableció Ritzos con el tema “Desde arriba los Profetas” es rara. Se encuentra en pocos ejemplos, como en un saco del Museo Bizantino y en una imagen del Monasterio de Aimyalon, lo que hace que la imagen de Corfú sea particularmente importante para el estudio de la evolución de la Virgen en la iconografía postbizantina.
El rostro de la Virgen se modela con líneas blancas y sombreado marrón verdoso, características del estilo del círculo de Andreas Ritzos en la Virgen con el Niño entronizada.
3. La imagen en el contexto de la Escuela Cretense
La Virgen con el Niño entronizada de Corfú es un ejemplo característico de la producción artística de la Escuela Cretense, una de las manifestaciones más importantes del arte postbizantino. A través del análisis de sus características estilísticas, se destaca su conexión con la tradición del círculo de Andreas Ritzos y su lugar en la evolución de la iconografía bizantina.
3.1 Relación con la obra de Andreas Ritzos
La imagen repite un tipo que estableció Andreas Ritzos con su gran imagen, que una vez adornó el iconostasio del katholikon del Monasterio de Patmos. A pesar de las diferencias particulares, como la rotación inversa de la Virgen y Cristo en la imagen de Ritzos y la ausencia de profetas, las similitudes en la estructura, la composición y los elementos particulares del trono son decisivas.
El trono de la imagen de Corfú difiere del correspondiente en la imagen de Cristo de Ritzos en Patmos solo en la ausencia de las dobles máscaras monocromáticas en el respaldo y una serie de columnas en la parte inferior. El cojín con los nudos y la banda con las letras pseudoárabes es idéntico al de la imagen de Ritzos, mientras que también es característico el cambio gradual del tono del suelo verde.
3.2 Características estilísticas y ejecución técnica
Inicialmente, la imagen se atribuía erróneamente a Emmanuel Tzanes, pintor del siglo XVII. Sin embargo, su limpieza reveló que se trata de una obra excepcional, mucho más antigua, que data de alrededor de 1500. El modelado de las figuras no tiene la dureza que caracteriza las obras de Tzanes: las sombras son más suaves, las luces jugosas, y la técnica se identifica con la del círculo de Andreas Ritzos.
La ejecución extremadamente cuidada de la imagen, con la representación meticulosa de los detalles y la alta calidad del modelado cromático, atestigua la destreza de un artista excepcional que tenía un conocimiento completo de la iconografía y la técnica de la Escuela Cretense. (Busque más información con la palabra: técnica de pintura Escuela Cretense)
3.3 La difusión del tipo iconográfico
El tipo de la Virgen con el Niño entronizada, sentada en un trono de madera, a veces girada a la izquierda y otras a la derecha, tuvo una gran difusión en la Escuela Cretense. También se encuentra en Mesembria, en obras de la escuela de Tebas y talleres locales insulares o continentales, en frescos e imágenes de las Islas Jónicas, así como en bordados, hasta principios del siglo XVIII.
Este hecho subraya la importancia de este tipo iconográfico para la tradición ortodoxa y la amplia aceptación que tuvo en diferentes regiones y artes, convirtiéndolo en uno de los tipos más influyentes de la iconografía postbizantina de la Virgen.

Culminación Iconográfica: Un Legado Espiritual
El Testimonio Histórico de una Época
No cabe duda de que la representación de la Virgen con el Niño entronizada, conocida como la “Señora de los Ángeles” de Corfú, se erige como el pináculo de la tradición iconográfica postbizantina. Profundizando en su esencia, esta imagen trasciende su mera apreciación artística, revelándose como un complejo entramado espiritual y teológico, desentrañado a través de un lenguaje visual exquisitamente elaborado. La fusión de la figura central de la Virgen con la presencia de profetas y arcángeles da lugar a una simbiosis que cohesiona el Antiguo y el Nuevo Testamento, manifestando conceptos teológicos de una profundidad inmensurable mediante un lenguaje artístico de refinada elocuencia.
Esta obra, cuya creación se estima alrededor del año 1500, trasciende la noción de un mero objeto de culto, erigiéndose como un testimonio histórico palpable. Evidencia de las búsquedas espirituales, las aspiraciones artísticas y las concepciones teológicas que moldearon toda una era. Como paradigma superlativo del arte de la Escuela Cretense, esta imagen se inscribe como un componente esencial del patrimonio cultural del espacio griego, cuya influencia, además, se percibe hasta en tierras lejanas como Colombia, donde la evolución del in naturalismo en la pintura postmoderna, resuena con los ecos de la iconografía bizantina cretense. Su legado continúa resonando, recordándonos la profunda conexión entre el arte, la fe y la historia, más allá de fronteras geográficas y temporales.
El trono de madera de la Virgen con el Niño entronizada con reflejos dorados y cabezas de león simboliza la dignidad real de la Virgen.
Preguntas Frecuentes
¿Cuál es la importancia histórica de la imagen de la Virgen con el Niño entronizada de Corfú?
Esta representación de la Virgen con el Niño es un testimonio importante para la transición del arte bizantino al postbizantino. La imagen data de alrededor de 1500, un período clave para la evolución de la Escuela Cretense. Inicialmente se había atribuido erróneamente a Emmanuel Tzanes (siglo XVII), pero su cuidadosa limpieza reveló las características genuinas de una obra del círculo de Andreas Ritzos, una de las figuras más importantes de la pintura cretense.
¿Qué simbolizan los cuatro profetas que rodean a la Virgen con el Niño?
Los profetas David, Salomón, Isaías y Daniel, que aparecen en las esquinas del trono, representan el tema “Desde arriba los Profetas”. Cada profeta lleva elementos simbólicos que prefiguran a la Virgen: David la compara con el Arca, Salomón con la Casa de la Sabiduría, Isaías con las pinzas que sostienen el carbón-Cristo, y Daniel con la montaña de la que se desprendió la piedra-Cristo. Esta conexión teológica unifica el Antiguo con el Nuevo Testamento.
¿Qué características técnicas destacan en la imagen de la Virgen con el Niño de Corfú?
La imagen se distingue por el excelente modelado de los rostros con líneas blancas, alternando entre intensas y suaves, que destacan los puntos iluminados y delinean discretamente los volúmenes. La carnación es marrón claro hacia el rosado, con sombreado marrón verdoso para las sombras. La escala cromática con la túnica verde oscuro de la Virgen, el manto marrón oscuro y el campo dorado crea un conjunto armónico con contrastes intensos.
¿Por qué se llama “Señora de los Ángeles” a la Virgen en la imagen de Corfú?
El nombre “Señora de los Ángeles” es uno de los muchos títulos honoríficos que se le atribuyen a la Virgen con el Niño. Subraya el destacado papel de la Virgen en la jerarquía celestial, como reina de las fuerzas angélicas. En la imagen, esta cualidad se refuerza con la presencia de los arcángeles Miguel y Gabriel en la parte superior, que se representan en busto y en actitud de respeto hacia la Virgen.
¿Cómo se inserta la Virgen con el Niño entronizada en la tradición de la Escuela Cretense?
La imagen es un ejemplo característico de la Escuela Cretense, que floreció del siglo XV al XVII. Sigue un tipo iconográfico establecido por Andreas Ritzos, con el elemento distintivo de la adición de los profetas. La técnica excepcional, el campo dorado, el modelado cuidadoso de los rostros y la composición equilibrada reflejan los altos valores estéticos de esta escuela. Este tipo tuvo una gran difusión e influyó en el arte en diversas regiones del territorio griego.
Bibliografía
- Beigbeder, O. (1995). Léxico de los símbolos. Madrid: Encuentro Ediciones.
- Rankavēs, A. R. (1865). Αρχαιολογια: ιστορια της αρχαιας καλλιτεχνιας. Αθήνα.
- Thomas, J. P. (1987). Private Religious Foundations in the Byzantine Empire. Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
- Οἱ τεσσαρες μεγαλοι Προφηται. Ἡσαϊας, Ἱερεμιας, Ἰεζεκιηλ. (1837). Αθήνα.
- Ταμειον ὀρθοδοξιας περιεχον συνοπτικως και διαλαμβανον περι. (1804). Αγγέλων.
- Archaiologikon deltion: Chronika. Meros B. (2008). Θεοτόκος. Αθήνα.