Esfinge Arcaica de mármol pentélico, ca. 570 a.C. Encontrada en Espata, Ática, y formaba parte de la remate de una estela funeraria. Atenas, Museo Arqueológico Nacional, n.º 28.
En las complejas narraciones de la mitología griega, pocas figuras despiertan la imaginación y desafían la mente tanto como la Esfinge. Esta criatura enigmática, a menudo representada con cuerpo de león, alas de gran ave y cabeza de mujer, se erige como símbolo de misterio, peligro y sabiduría adquirida a través de pruebas. La Esfinge no es simplemente un monstruo de los mitos, sino una entidad compleja, entrelazada con el destino de la ciudad de Tebas y la trágica historia de Edipo. Su origen se presenta con diversas versiones en los antiguos escritores, siendo Hesíodo quien la menciona como hija de Ortro (un perro monstruoso) y de la Quimera (otra criatura híbrida), reforzando su naturaleza monstruosa (Liddell, Scott). Según el mito, la Esfinge se estableció en una montaña fuera de Tebas, como castigo divino por algún antiguo sacrilegio cometido en la ciudad. Allí, planteaba un famoso enigma a cada transeúnte, y aquellos que no podían resolverlo encontraban una muerte espantosa a sus garras. Su presencia sembraba terror y desesperación, hasta la llegada de Edipo, el héroe fatídico que lograría descifrar su acertijo, cambiando para siempre el rumbo de su propia vida y de la ciudad. La historia de la Esfinge y Edipo constituye uno de los mitos de umbral más atemporales, donde el héroe es llamado a cruzar un límite hacia lo desconocido (Renger).
El Origen y la Naturaleza de la Esfinge
La forma de la Esfinge, tal como la conocemos de la religión y mitología griega, constituye un fascinante amalgama de diferentes influencias culturales, aunque tiene sus propias características únicas. Mientras que la imagen de una criatura con cuerpo de león y cabeza humana ya se encuentra en el antiguo Egipto (donde generalmente era una figura masculina y guardián de lugares sagrados), la Esfinge griega se diferencia significativamente. Es femenina, a menudo alada, y está intrínsecamente relacionada con la noción de enigma y desafío fatal. Su genealogía, como se mencionó anteriormente, la sitúa en el círculo de los monstruos que nacieron de deidades primordiales u otras criaturas míticas, subrayando su carácter sobrenatural y peligroso. Algunas fuentes la mencionan como hija de Tifón y de Equidna, progenitores de muchos monstruos de la mitología griega, reforzando su imagen como una fuerza hostil a la orden y la civilización humana. La descripción de ella como un ser con “cintura delgada como una avispa” en textos antiguos añade un detalle adicional y particular a su representación (Liddell, Scott). Su aparición fuera de Tebas no fue casual, sino que a menudo se vinculó con la ira divina, posiblemente de Hera o Ares, que deseaban castigar a la ciudad por los pecados de la casa real de los Labdácidas. Así, la Esfinge se convierte de simple monstruo en instrumento de justicia divina, aunque implacable.
El Terrible Enigma y el Terror en Tebas
La acción de la Esfinge se centraba en plantear un único enigma a los viajeros que se acercaban a Tebas. Sentada en un promontorio (a menudo se menciona el monte Fikio o Esfinge), impedía el acceso a la ciudad. El enigma, tal como se transmite en la mayoría de las fuentes, era: “¿Qué es aquello que teniendo una sola voz, se convierte en cuadrúpedo, bípedo y trípode?” (¿Qué ser tiene una voz y se convierte en cuadrúpedo, bípedo y trípode?). La incapacidad de responder significaba muerte segura, ya que la Esfinge devoraba a sus víctimas. Tebas se sumió en la desesperación. El número de víctimas aumentaba, y el terror paralizaba la ciudad. El rey Creonte, que había asumido el poder tras la muerte de Layo (a quien, sin saberlo, había matado el propio Edipo), se encontraba en un callejón sin salida. En un acto de desesperación, prometió la mano de su hermana, Yocasta (viuda de Layo), y el trono de Tebas a quien lograra resolver el enigma y liberar a la ciudad de la plaga de la Esfinge. Muchos valientes, pero también imprudentes, probaron su suerte, solo para sumarse a la macabra lista de las víctimas del monstruo. La atmósfera era pesada, y el futuro de Tebas se vislumbraba sombrío, hasta la aparición de un viajero extranjero, Edipo.
Esfinge de mármol sobre un capitel ático con curvatura (cavetto). Obra arcaica, ca. 580–575 a.C. Posiblemente remate de un monumento funerario.
Edipo Frente al Destino y la Esfinge
Edipo, al llegar a Tebas, ya estaba marcado por el destino, aunque él mismo no lo sabía plenamente. Habiendo abandonado Corinto para evitar un terrible oráculo que decía que mataría a su padre y se casaría con su madre, se encontró involuntariamente en el camino hacia su cumplimiento. En la intersección de tres caminos, ya había cometido el parricidio, matando a Layo en una pelea. Al llegar a las afueras de Tebas y enterarse de la Esfinge y la recompensa que se ofrecía, decidió enfrentarse al monstruo. Este encuentro constituye un punto crucial en el mito de Edipo (Malanda Dem, Dimbu). La Esfinge planteó su conocido enigma. Edipo, dotado de perspicacia y sabiduría, comprendió de inmediato la solución: el hombre. Al principio de su vida gatea (cuadrúpedo), en la vida adulta camina sobre dos pies (bípedo), y en la vejez utiliza un bastón para apoyarse (trípode). La respuesta correcta significó la derrota de la Esfinge. Según la mayoría de las versiones del mito, el monstruo, avergonzado y derrotado, se precipitó desde la roca donde se encontraba y murió. Tebas había sido salvada, y Edipo fue proclamado héroe.
La Ironía de la Victoria
La victoria sobre la Esfinge, aunque liberó a Tebas del terror, fue el comienzo de la tragedia de Edipo. Como recompensa, se casó con Yocasta, su propia madre, y ascendió al trono, cumpliendo así el segundo, más horrible aspecto del oráculo. La Esfinge, con su enigma que se refería a la propia naturaleza y trayectoria de la vida humana, actuó involuntariamente como catalizador para la revelación de la trágica verdad de Edipo. Su capacidad para resolver el enigma de la Esfinge mostraba su sabiduría, pero su ignorancia sobre su verdadera identidad y sus acciones lo llevó a la destrucción. La Esfinge, este monstruo mítico, se convierte así en un símbolo de la dualidad del conocimiento: puede liberar, pero también llevar al sufrimiento cuando revela verdades que el hombre no está preparado para enfrentar (Barracuda). La historia de Edipo, como se plasma magistralmente en la tragedia de Sófocles, Edipo Rey, explora profundamente los temas del destino, la libre voluntad, la verdad y la ignorancia, con la sombra de la Esfinge planeando sobre los acontecimientos (Sófocles).
Cabeza de Esfinge o Sirena de toba (roca volcánica). Obra etrusca, posiblemente de Vulci, ca. 550–525 a.C. Nueva York, Museo Metropolitano de Arte
La Dimensión Simbólica de la Esfinge
Más allá de su presencia literal en el mito, la Esfinge lleva un rico simbolismo que ha ocupado a pensadores y artistas a lo largo de los siglos. A menudo se interpreta como:
- Símbolo de lo Desconocido y el Misterio: Su naturaleza híbrida y su enigma representan las fuerzas desconocidas, los significados ocultos y los desafíos que plantea la vida y el destino. Enfrentarse a ella requiere valentía y claridad espiritual.
- Símbolo del Conocimiento Destructivo: Al igual que en el caso de Edipo, el conocimiento que ofrece o provoca la Esfinge puede ser peligroso. La solución del enigma salvó a Tebas, pero llevó a Edipo a su tragedia personal, revelando la relación incestuosa y el parricidio.
- Guardiana de Umbrales: Situada en los límites de la ciudad, la Esfinge actúa como guardiana de un umbral, tanto geográfico como simbólico. Para cruzar, uno debe demostrar su valía, resolviendo el enigma que concierne a la esencia de la existencia humana.
- Interpretación Psicoanalítica: En psicoanálisis, especialmente por Freud y sus seguidores, la Esfinge y el mito de Edipo se han vinculado con el complejo de Edipo, los deseos y temores inconscientes relacionados con las figuras parentales. La Esfinge puede simbolizar el lado aterrador y enigmático de la figura materna o el desafío de la adultez. (Una perspectiva interesante para una búsqueda adicional: psicoanálisis mito Esfinge).
La complejidad de estos simbolismos explica por qué la forma de la Esfinge sigue inspirando y desafiando, constituyendo un arquetipo atemporal en el arte, la literatura y la filosofía.
Placa perforada de marfil con Esfinge caminando. Obra asiria, ca. siglo IX–VIII a.C., muestra de arte de la Antigua Cercano Oriente. Nueva York, Museo Metropolitano de Arte, n.º 64.37.1.
Diferentes Interpretaciones & Evaluación Crítica
La interpretación del mito de la Esfinge y Edipo no es unívoca y ha sido objeto de estudio desde muchas perspectivas diferentes. Investigadores como Claude Lévi-Strauss han abordado el mito a través del análisis estructural, centrándose en las dualidades y las estructuras sociales que refleja. Otros, siguiendo la tradición psicoanalítica de Sigmund Freud o Carl Jung, ven en la Esfinge formas arquetípicas y símbolos del inconsciente, como la madre aterradora o el desafío de la individuación. Filólogos e historiadores, como Karl Kerényi, pueden centrarse en las raíces religiosas y rituales del mito, conectándolo con antiguas cultos y creencias. Por lo tanto, hay múltiples lecturas que iluminan diferentes aspectos de este rico mito.
Epílogo
La Esfinge, el enigmático monstruo de Tebas, sigue siendo una de las figuras más fascinantes y polivalentes de la mitología griega. La historia de su encuentro con Edipo no es simplemente la narración de la victoria de la inteligencia humana sobre lo monstruoso, sino una profunda parábola sobre la naturaleza del conocimiento, el poder del destino y la trágica ironía que puede ocultarse tras los mayores éxitos. Su enigma, aunque aparentemente simple, toca el corazón de la existencia humana, recordándonos nuestro camino desde la debilidad hacia la plenitud y, finalmente, hacia la decadencia. La derrota de la Esfinge abrió el camino a la tragedia de Edipo, convirtiendo su forma en un símbolo eterno de los misterios que debemos enfrentar y de los límites de la comprensión humana.
Preguntas Frecuentes
¿Qué era la Esfinge en la mitología griega?
La Esfinge en la mitología griega era un monstruo mítico con cuerpo de león, alas de ave y cabeza de mujer. Se consideraba descendiente de deidades monstruosas y se vinculaba principalmente con la ciudad de Tebas, donde planteaba un mortal enigma a los transeúntes, constituyendo una plaga para la región hasta su derrota a manos de Edipo.
¿Cuál era el enigma de la Esfinge?
El famoso enigma que planteaba la Esfinge tebana era: “¿Qué ser tiene una voz y se convierte en cuadrúpedo por la mañana, bípedo al mediodía y trípode por la noche?”. La respuesta, que dio Edipo, es el hombre, quien gatea como un bebé (cuatro patas), camina sobre dos pies como adulto y usa un bastón en la vejez (tres patas).
¿Cómo murió la Esfinge?
Según el mito predominante de la mitología griega, cuando Edipo resolvió correctamente su enigma, la Esfinge fue derrotada. Por la vergüenza y la humillación, o según algunas versiones cumpliendo un destino predeterminado, cayó desde la roca donde se encontraba y murió, liberando así a Tebas de su terrible presencia.
¿Hay diferencia entre la Esfinge griega y la egipcia?
Sí, hay diferencias significativas. La Esfinge egipcia es generalmente una figura masculina (esfinge masculina), sin alas, y actúa como un sereno guardián de lugares sagrados, como la Gran Esfinge de Giza. En cambio, la Esfinge griega es femenina, a menudo alada, malvada y se asocia con enigmas y destrucción, constituyendo una figura claramente más amenazante en la mitología griega.
¿Qué simboliza la Esfinge?
La Esfinge en la mitología griega simboliza múltiples cosas: el misterio, lo desconocido, el peligro, el castigo divino, pero también el desafío de la inteligencia humana. También simboliza los límites (geográficos y metafóricos) y la potencialmente destructiva naturaleza del conocimiento, como se evidenció en la trágica historia de Edipo tras la resolución del enigma.
Bibliografía
Barracuda, Rafael. ¿Qué podemos aprender del pasado: 120 lecciones que… Google Books, 2024.
Liddell, Henry G., y Robert Scott. Diccionario de la lengua griega antigua. Google Books, 2015.
Malanda Dem, Ambroise, y Florentin Azia Dimbu. El Mito de Edipo. Google Books, 2013.
Renger, Almut-Barbara. Edipo y la Esfinge: El Mito del Umbral de Sófocles …. Google Books, 2013.
Sófocles: Edipo Rey, Tomo 2. Google Books, 1872.